lunes, 28 de mayo de 2007

China necesita 113.000 psiquiatras

China necesita 113.000 psiquiatras

Crónica : SOS SALUD MENTAL

La población rechaza de primera mano acudir a un especialista y prefiere la medicina tradicional china. Solo hay un profesional por cada 76.000 personas

Por Patricia CastroCorresponsal

BEIJING. La Asociación de Psiquiatría de China reveló que el país asiático cuenta únicamente con 17.000 psiquiatras registrados, es decir, un solo profesional por cada 76.000 personas, diez veces menos que en los países occidentales.
Para alcanzar los estándares internacionales que reclaman al menos un psiquiatra por cada 10.000 habitantes, China necesita con urgencia 113.000 profesionales chinos de la salud mental o extranjeros con un fluido mandarín. Lo cual en ambos casos parece imposible de conseguir a corto o mediano plazo.
La situación se agrava considerando que China reporta 63 millones de enfermos mentales, alrededor de un 5% de su población. Al menos 16 millones padecen psicosis severa.
Según estadísticas de la OMS, los trastornos mentales suponen el 20% de los problemas de salud de China, mientras que el promedio mundial es del 10%. En los países del Pacífico Este representa el 15%, principalmente por la falta de prevención e identificación rápida del trastorno. De acuerdo con el organismo mundial, la cifra de China podría aumentar hasta 25% en los próximos 20 años.

RED DE SALUD MENTALChina se enfrenta a la difícil tarea de impulsar la psiquiatría y desarrollar una red de salud mental, han dicho los expertos. Actualmente los principales obstáculos para la consolidación del sistema de salud en China son la falta de fondos, la carencia de profesionales y el rechazo social a la enfermedad mental, en ese orden.
El subdirector de la Asociación de Psiquiatras de China, Hao Wei, lamentó la escasez de doctores disponibles y criticó la insuficiente inversión en asistencia mental, donde el 75% de los casos de depresión son diagnosticados por médicos y no por psiquiatras.
Durante un congreso de psiquiatría celebrado en Shangái, Hao Wei expresó públicamente su apoyo a aquellos galenos que recetan antidepresivos, rechazados por sus efectos secundarios, pero útiles para contrarrestar la enfermedad.
Sin embargo, por encima de los problemas estructurales, Hao Wei subrayó que el gran obstáculo por superar sigue siendo el estigma que rodea en China a los pacientes mentales. Tanto los enfermos como sus familias rechazan la idea de acudir a un psiquiatra por el temor al qué dirán los vecinos.
A pesar de no contar con modernos métodos, lo complicado no es capacitar a los psiquiatras chinos sino más bien educar a la población para que cambie de actitud ante este tipo de enfermedades. Muchos rechazan tomar medicamentos porque consideran que las dolencias mentales pueden ser combatidas con un espíritu decidido.
Hasta el siglo XX en China, la medicina tradicional se ocupaba de estos pacientes, la cual vincula a los órganos con las emociones y basa la salud en un equilibrio entre el mundo interior (yin) y el exterior (yang).
Debido a esta creencia, gran parte de los profesionales tiene conocimientos de medicina tradicional china y los utiliza paralelamente a la medicina occidental, lo cual se puede comprobar en sus recetas.
En Beijing, Shangái y las principales ciudades chinas, una consulta puede costar de 100 a 500 yuanes la hora, es decir de 13 a 65 dólares, en un hospital o una clínica especializada.
DEPRESIÓNEn China, el 90% de los 30 millones de personas que sufren depresión no recibe un tratamiento adecuado debido a los temores a la marginación y prejuicios sociales que rodean a los enfermos mentales en este país. Sin embargo, el 10% que ha recibido asistencia médica muestra resultados esperanzadores, con un índice de curación de 35%.
Según se ha calculado, el costo económico de la depresión, en términos de tratamiento médico y pérdida de mano de obra, rodea los 7.800 millones de dólares.
El número de personas afectadas por depresión mantiene un fuerte crecimiento en China debido a la dura competencia interna y las fuentes de tensión en la sociedad actual.
La depresión podría superar al cáncer para convertirse en la segunda enfermedad con mayor incidencia en el mundo, solo superada por las dolencias cardiovasculares y cerebrovasculares, adelantó la OMS.
Zhang Yanping, subdirectora del Centro de Prevención e Investigación del Suicidio de Beijing, considera que un 60% de las personas que logran poner fin a su vida y un 40% de las que lo intentan sufren depresión.
Los resultados de las investigaciones del centro muestran que hasta un 80% de los intentos de suicidio tiene lugar en zonas rurales, con una clara mayoría de mujeres como protagonistas. La ingestión de plaguicidas es el medio utilizado de forma más habitual para cometer suicidio.
Aunque desde hace algunos años se ha reportado un grupo especial de suicidas que va en aumento: jóvenes estudiantes de prestigiosas universidades chinas que optan por lanzarse de los pisos más altos de sus facultades para escapar de la realidad.

No hay comentarios.: